En octubre celebramos el Mes del Comercio Justo junto a la red de tiendas de comercio justo de Norteamérica. Nosotras aquí en Puerto Rico nos unimos todos los años a esta celebración que promueve la justicia y el respeto de aquellos que trabajan para elaborar con amor las cosas que les ofrecemos.
El Comercio Justo o "Fair Trade" promueve patrones productivos y comerciales responsables y sostenibles, así como oportunidades de desarrollo para los agricultores, campesines y artesanes de pequeños proyectos en desventaja económica y social, respecto a los actores dominantes en el mercado. El comercio justo, según la Coordinadora Lationamericana de Productores de Comercio Justo, es un modelo comercial que pone al centro los seres humanos y la sostenibilidad social, económica y ambiental de las sociedades; dignificando el trabajo, respetando el medio ambiente y fomentando una gestión responsable y sostenible de los recursos naturales.
¿Qué significa todo esto? Que el Comercio Justo es una de las maneras en que podemos aportar para un mundo más justo y solidario. A través de sus redes, el Comercio Justo garantiza condiciones de trabajo saludables y seguras para los agricultores y artesanes. Numerosas empresas multinacionales están en la mira de los defensores de los derechos humanos porque estar violando constantemente principios básicos de equidad de género y explotación infantil. Con las iniciativas del Comercio Justo esto no ocurre y cientos de mujeres y niños en estas comunidades ahora pueden asistir a la escuela y cuentan con asistencia médica adecuada.
Por otro lado, la producción normalmente se realiza a pequeña escala. El cafe o té se cultiva en fincas familiares, lo cual garantiza el respeto y conservación de los recursos naturales. Esta práctica es muy beneficiosa para nosotras les consumidores ya que los productos elaborados bajo la ética del Comercio Justo están libres de pesticidas y otros químicos, por lo que podemos disfrutarlos de manera saludable.
De igual manera, con los beneficios económicos que surgen del Comercio Justo les productores pueden hacer reinversión de capital en sus comunidades desarrollando proyectos colectivos que van desde servicios básicos, como agua potable y educación, hasta centros culturales y de apreciación del arte. Comprar de Comercio Justo, entonces, va mas allá de hacer una donación caritativa, más bien es darle la oportunidad a estas personas de generar un sustento de vida de forma digna y justa.
Recuerda que nosotras como consumidores tenemos el poder de hacer una diferencia. Al regalar con consciencia busca productos certificados “Fair Trade” de tiendas que apoyan esta manera de hacer comercio solidaria.