Las Naciones Unidas establecieron el 21 de Junio como Día Internacional del Yoga en el 2015 con la idea de que más personas en el mundo se beneficien de esta práctica. Varios yoguis sienten que es desde adentro de una misma desde donde podemos ir creando ese entorno de Paz, Armonía y Dicha Plena que tanto soñamos.
El Yoga nace en la India hace más de 5 mil años atrás y existen textos en sánscrito que nos transmiten este conocimiento que no está limitado a la parte física (posturas o asanas) también incluye aspectos más sutiles como los energéticos, mentales y emocionales.
Personalmente agradezco a mi práctica de Yoga por ayudarme a mantener articulaciones flexibles, columna erguida y huesos fuertes. Por permitirme una relajación profunda y la capacidad de enfocarme y concentrarme mejor. También por apoyarme en momentos complejos, ayudarme a tomar desiciones y en general a manejar el día a día con sus altibajos.
Le agradezco principalmente por acercarme cada vez más a mi misma, a mi naturaleza amorosa y a poder encontrar la fuente de inspiración y motivación para compartir mis dones. Siento que el beneficio que me ha traido tanto física como mentalmente es muy profundo y he aprendido a vivir en el momento presente, este eterno presente donde habita la armonía y dicha plena.
Yo descubri esta práctica en 1998 en Santa Cruz, Bolivia mientras estaba en la universidad. Desde entonces me acompaña y ahora me siento muy bendecida de poder compartir sus beneficios en diversos entornos con bellas personas de diferentes edades y estilos de vida.
Te invito a que saques un ratito de tu tiempo y experimentes, encuentra una práctica de Yoga que te venga bien en estos momentos ya sea una activa y dinámica o quizá una más suavecita y totalmente relajante.
por Karla Durán
Facilitadora de Hatha Yoga y Meditación
Especialista en Ayurveda