La paz, mi derecho y mi deber.

Por Alma Luz:

Alguna vez te ha preguntado, ¿podré vivir totalmente en paz? Yo me hacía esa pregunta con frecuencia.

Desde mi sistema de creencia, en aquellos tiempos, era algo casi imposible. Vivía con el dinero justo, con la crianza de mis hijos, divorciada, trabajando horas extras y tratando de cumplir con las exigencias del mundo. Me habían programado para ser perfecta dentro de un mundo imperfecto. Incongruente, ¿verdad? El mundo no ha cambiado mucho, quien ha cambiado soy yo.
Tal vez esta no ha sido tu vida, mas si te identificas con algo o vives en la constante presión de hacer lo perfecto, éste blog te podría ayudar.

Gran parte de nuestras vidas se nos ha programado para complacer las exigencias de otro. Comenzamos con nuestros padres, que a su vez fueron programados de la misma forma. Luego vamos al colegio, con las mismas exigencias y limitaciones. Cuando llegamos a la adolescencia deseamos con todo nuestro corazón ser adultos, hasta que llegamos a adultos y ¿qué pasa?
Comenzamos a comportarnos de la misma forma que antes criticamos.

Esto se debe al sistema de creencias con las que fuimos programadas. No digo que esta programación no sea totalmente efectiva, es que se le olvida el componente más importante, tú y yo.

Vamos a transformar lo que no nos hace felices, lo que ya no sirve y no trae paz, por pensamientos e ideas que sí lo hagan. Ya eres grande, recuerda, y tienes el derecho de hacerlo.  Si quieres una vida llena de amor, respeto, consideración, alegría y paz, debes comenzar contigo.

 

Aquí te comparto una práctica diaria que hago hace más de 10 años, que me apoya en manifestar mayores espacios de paz en mi vida y, créeme, que me ha dado resultados. Espero los tenga contigo.


Lo primero es hacer el COMPROMISO contigo. Esta acción mental es una aliada a la hora de lograr algo. Sin importar el tiempo que te tome y los tropiezos que tengas, el compromiso siempre te apoyará.


Lo próximo, en la mañana antes de comenzar las tareas diarias, establece la INTENSIÓN. ¿Cómo quieres que sea tu día? Visualízate en paz, sin importar lo que traiga el día. Aún cuando tu actitud ante un suceso no sea totalmente pacífica, reconoce que se puede volver a la intensión inicial de la mañana.

También puedes mantralizar, orar o escuchar música que te inspire a comenzar un día lleno de paz.


Luego, durante el día, mantén la OBSERVACIÓN. Ella te va mostrando aquellos pensamientos, conductas y actitudes que no te apoyan en tu intensión de ser Paz. Mantente presente y alerta, así podrás identificar aquel programa que ya no sirve y sustituirlo por otro que haga la paz.


Ya en la tarde, después de un día de trabajos, tómate unos minutos para la RESPIRACIÓN. Esta debe ser suave, lenta, profunda, que te permita con su flujo relajar el cuerpo. Vas sintiendo que tu cuerpo libera toda carga o tensión de las exigencias del día. Esta experiencia es bien placentera y permite a la mente entrar en espacios más profundos de tranquilidad, serenidad y paz.

Puedes aprovechar y disfrutar de los beneficios de meditar, por unos minutos. Tu cuerpo y tu mente se van a beneficiar.


Si vives con más personas en tu casa, invítalos a ellos también. Pueden hacer la Paz juntos. Si no lo desean, déjales saber con amor, que si tú estas en paz, ellos van a estarlo también.

Y por último, y no menos importante, el DISFRUTE. No te tomes la vida tan en serio, tan personal. La naturaleza siempre busca su balance, así que encuentra el tuyo. Cuando hay mucha presión lo mejor para liberarla es la risa o alguna disciplina que te apasione.

Yo práctico la yoga, que me apasiona y me libera. Te la recomiendo al igual que la práctica de la risa. ¡Hasta me río de mí misma! Acepto que estoy liberando programaciones viejas y que a veces una que otra se me escapa. Eso puede pasar. Así que cuando te pase, borra y vuelve a programar.

Alma

El día 21 de septiembre es el Día internacional de la Paz, vamos a celebrarlo todos los días.
Te invito a que practiques diariamente la INTENSIÓN, la OBSERVACIÓN, la RESPIRACIÓN y el DISFRUTE, cuatro técnicas sencillas y poderosas. Y que junto a tu COMPROMISO te apoyen día a día a vivir la vida que te mereces, una vida desde la Paz. Después de todo es nuestro derecho y nuestro deber.

Vive feliz, vive en Paz.
¡Namaste!

 

Este artículo es una colaboración con Alma Luz Sárraga, Emisaria de Paz de la Organización Paz y Afiliados, y Profesora de Yoga, Masajista Holística, Máster Reiki en Casa Evolución en Trujillo Alto. Desde hace 20 años tiene el compromiso de llevar La Paz a través de seminarios, clases de yoga, retiros, grupos de Mente Maestra, escritos y más. Su correo electrónico es yogaevolucion[at]gmail.com


2 comentarios

  • Gracias

    Javier
  • Voy a poner mucha más atención en amarme, respetarme, estar alegre y en paz. Gracias

    Mignelia Rivera

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