En este andar de ir sembrando y cosechando una vida consciente existen múltiples caminos. Camino que andamos solos. Caminos que andamos con otras personas. Caminos que nos unen a un propósito común con el resto de los seres vivos que nos acompañan en el viaje a través del cosmos y alrededor del sol.
Muchas de nosotras comenzamos nuestro andar por razones de salud, ya sea mental o física. Es cuando entramos en una crisis que nos damos cuenta de que andamos sin rumbo o por rumbos que no nos convienen. Con esa consciencia de nuestros cuerpos es que damos los primeros pasos hacia una vida consciente y de bienestar.
A otras nos mueve la inquietud de conectar con algo más allá de nosotras mismas. Esa inquietud que solo la compartimos entre los seres humanos por lo complejo de nuestros cerebros y nuestro sistema social. Las religiones y los caminos espirituales nos enseñan que para conectarse con eso que queremos descubrir, lo tenemos que hacer buscándolo desde dentro de nosotras mismas primero. Con esa consciencia de nuestra alma es que damos también los primeros pasos hacia una vida consciente y espiritual.
Finalmente, las alegrías y las penas siempre se hacen mejores cuando son compartidas. Los caminos que andamos junto con las personas que queremos y nos quieren nos dan propósito y placer, las dos mejores motivaciones para aportar a un mejor mundo para todas. De ahí hemos creado todos los sistemas sociales que nos unen como pueblo y que queremos transformar, como el económico y el político. Juntas logramos dirigirnos hacia un mejor sistema que nos apoye, nos sostenga y no se olvide de quienes más necesitan. Con esa consciencia de nuestro corazón es que damos los primeros pasos hacia una vida consciente y solidaria.Desde EcoTienda La Chiwi, quienes trabajamos y gestionamos el proyecto, nos motiva el poder brindarle a quienes consumen y a quienes producen un espacio para practicar nuestra vida consciente en cuerpo, alma y corazón.