Estamos en un ciclo en el que celebramos y honramos las bendiciones que nos regala nuestra Madre Tierra. El Comercio Justo dentro de sus principios éticos manifiesta claramente un compromiso firme por la conservación de nuestro planeta Tierra. Un compromiso compartido tanto por los productores como por los consumidores responsables que nos apoyan.
Los colectivos que elaboran productos de Comercio Justo, siempre que sea posible, maximizan el uso de la materia prima que usualmente es de origen renovable y abastecida de fuentes locales. Utilizan también tecnología apropiada que reduce el consumo de energía, maximiza el reuso de materiales y minimiza los desechos al entorno natural.
Por su parte, los productores agrícolas de Comercio Justo reducen su impacto ambiental mediante la eliminación de pesticidas y fertilizantes químicos, sustituyéndolos por fertilizantes orgánicos y practicas tradicionales de cultivo ecológico. Esto ayuda a conservar grandes extensiones de bosques y de fincas agrícolas preservando así la biodiversidad y minimizando el impacto sobre el Cambio Climático. Generalmente el cultivo de productos de Comercio Justo como el cacao, el té y el café se realiza en pequeñas fincas familiares que demuestran un gran aprecio y respeto por la Madre Tierra, promoviendo a su vez la conservación de los valores tradicionales de su cultura.
De este otro lado de la moneda, aunque todavía nos queda un gran camino por recorrer, los consumidores conscientes tenemos un papel muy importante dentro del Comercio Justo. Las estadísticas nos dicen que un 72% de las personas que adquieren productos de Comercio Justo dan siempre prioridad a los productos hechos con materias primas procedentes de fuentes renovables y que tienen menor impacto ambiental. El resto lo hacemos por aspectos de salud personal o porque nos gustó el producto.
Nosotros los consumidores y ciudadanos responsables podemos poner mayor presión en la industria para lograr justicia en el comercio y la conservación de nuestro planeta al elegir conscientemente lo que compramos. Además podemos reducir el consumo desmedido evitando comprar productos que realmente no necesitamos y apoyar la economía local comprando de microempresas y colectivos de productores en Puerto Rico.
Gracias por ser parte activa de este movimiento de consumidores conscientes que llevamos una vida holística.